Cuando
hasta los programas de
montaña y de
cocina han acabado teniendo un formato de telerrealidad, cuesta
menos entender que tengamos un presidente plasmao que ofrece tras una
pantalla, un discurso leído.
Ahora
bien, si este tipo de programas siempre tiene un crítico o crítica toca
pelotas, ¿dónde está Risto Mejide ahora para decirle al presidente: tú sí que
NO vales, no puedes continuar en el parlamento?