Cuando los nazis vinieron a buscar
a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los
socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata
Cuando vinieron a buscar a los
sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a por los judíos,
no pronuncié palabra,
porque yo no era judío,
Cuando finalmente vinieron a por
mi,
no había nadie más que pudiera
protestar
Martin Niemöller
El capitalismo ha hecho algo muy bien,
¡matrícula de honor! ¡bravo, bravo! plas,plas,plas,plas; porque ha conseguido
realizar algo no solo bien, sino con excelencia: incorporar al pensamiento
colectivo el sentimiento de individualidad; y por ende, el de competitividad.
¿Qué importa el grupo? antes que nada están uno o
una misma y los consiguientes logros, que siempre tienen que ser mayores que
los de las demás personas, de otra manera seríamos un completo fracaso.
Cuando se
quedaron en paro a mí no me importó,
yo tengo
trabajo.
Cuando comenzaron
a recortar en la educación pública a mí me dio igual,
yo no tengo
hijos ni hijas.
Cuando
privatizaron la sanidad,
yo me callé, soy
joven y no tengo ninguna enfermedad.
Cuando las
políticas de igualdad se vinieron abajo y se proponía que la mujer retomara un
papel tradicional
yo no hice caso,
al fin y al cabo no soy mujer.
Cuando me
afectaron algunos de los recortes
nadie podía ya
defenderme.
La individualidad y el sentimiento competitivo
lograron ser uno con el capitalismo al estilo de la trinidad católica. ¿Y para
qué asociarse si me da igual quién vive a mi lado? ¿Para qué preocuparme de los
problemas de otros que a mí no me afectan nada? soy yo, individuo independiente
de mi casa, como república o como rey; pero soy yo y no tú.
Tras años y años perpetuando, introduciendo
e induciendo a estos pensamientos desde la cuna, cuesta librarse de
ellos y comenzar a pensar en colectivo, trabajando en equipo e incorporando a
nuestro vocabulario términos como la solidaridad y la justicia social. Y sin
embargo, la marea multicolor que hoy 23F toma las calles parece demostrar que
el pensamiento está cambiando y evoluciona.