Cuentale al niño la leyenda, madre,
porque no sea minero
Esa del diablo que en las noches viene
desde remotos cerros,
trayendo sobre llamas asombradas
estaño, plata y hierro,
para llenar el socavón vacío
de minerales nuevos.
Para que el niño nunca
se te vuelva minero,
miéntele que las luces
que brillan en el cerro
son los ojos del diablo
que le secan el sueño.
Que la niebla que flota
en la montaña, es velo
que se mete en la boca
de los niños mineros.
¡Miéntele mucho, madre,
porque no sea minero!
¡Miéntele mucho, madre,
hasta en el sueño!
Manuel J. Castilla
Voces críticas se alzan contra los mineros y su huelga ante la falta de rentabilidad de las minas y ante el hecho de que el carbón no sea una energía limpia. Sin embargo, el recorte que el gobierno del partido popular quiere llevar a cabo supone abocar a las regiones rurales del norte a una pobreza y depresión aún mayores. Quizá fuera lógico ir cerrando las minas poco a poco, a la par que se va desterrando mucho a mucho a personajes como Victorino Alonso, y planificar y dar subvenciones y formación para la constitución de proyectos sostenibles en esas zonas que supongan una alternativa real de desarrollo, para que la vida en la montaña sea sostenible y no un mero reducto social en el que nadie tenga futuro.