domingo, 19 de febrero de 2012

Mad men

Desde que el viernes de la semana pasada se anunciara la reforma laboral los ánimos andan crispados. Como si Doc nos hubiera metido a marchas forzadas en el Delorean, da la impresión de que estamos volviendo al pasado y retrocediendo de la noche a la mañana a la situación en la que se encontraban los trabajadores de mitad del siglo pasado.

Mayor flexibilidad en el despido, facilidad de declarase en ERE, posible obligación de prestar servicios sociales si se recibe una prestación... en resumen facilidades para la patronal, dificultades para la clase trabajadora. 

Clase trabajadora, ese sustantivo y adjetivo que se consideraba extinguido por haber mutado a algo mejor: La clase media. Han sido unos cuantos los año los que se creyó y soñó con haber avanzado, con haberse sumido en un estatus mejor, el de una clase media que había abandonado su condición de obrera, que se había aburguesado y podía soñar con placeres antes eran impensables. En 2012 el espejismo parece romperse. Seguimos siendo lo mismo, y términos como la lucha de clases vuelven a la palestra.

De momento los sindicatos no hablan demasiado de huelga general y se han conformado con convocar una manifestación mañana #19F en contra de la reforma. ¿serán más rápidos que el sí del gobierno a la aceptación de revisar el derecho a huelga, como les pide la patronal.?

En una semana negra para los derechos laborales, los fundadores del movimiento sindical deben estar removiéndose en su tumba. Pero al menos ha habido una noticia buena noticia. Vuelve Mad Men con su Don Draper a la cabeza.