sábado, 25 de junio de 2011

Pequeños placeres cotidianos

objetivo: ser feliz
tiempo de felicidad: tantos como cucharadas
Pasos:
  1. Abrir un bote de leche condensada, 
  2. coger una cuchara, preferiblemente sopera
  3. sumergirla en el bote
  4. llenar 
  5. acercar la boca a la cuchara, con cuidado de no manchar la encimera de la cocina, aunque se puede limpiar con el dedo
  6. saborear
  7. repetir los pasos uno al sexto
Contraindicaciones: demasiadas cucharadas podrían suponer lamentos ante la báscula, pero disfrutar a hurtadillas junto al frigorífico de un poquito de leche condensada es igual que el anuncio de mastercard, sin precio.