jueves, 22 de julio de 2010

Banderitas por aquí, banderitas por allá, la colita ha de mover...

Igual no os habéis enterado.... pero España ha ganado el mundial de fútbol.

Sí, la Roja (por cierto que desde que se ha acuñado este nuevo nombre me pregunto qué tal les sentará el apodo a ciertas personas de la derecha) con Sara Carbonero en la retaguardia dicen, ha hecho historia.

y de ahí esa nueva afición por las banderas roji-waldas. Colores colgados en cada balcón e incluso en cada coche en apoyo de unos jugadores de fútbol que han logrado que por un tiempo Zapatero pueda relajarse un poco y volver a sonreír, él ahora no es lo más importante para este país.

Pero veamos, si ya hace casi quince días que Iniesta y el resto besaron la copa... ¿por qué siguen tantas banderas expuestas en las ventanas? ¿y por qué tantos coches siguen pareciendo de la Embajada del país? me pregunto si este supuesto gesto deportivo no será más que una excusa barata utilizada por todas aquellas personas que tienen siempre tanto afán en demostrar a los demás que son españoles puros, duros y libres. Una excusa para llevar gemelitos, corbatitas, pins y cinturones de esos dos colores... sin que todo el mundo los tilde de fachas.

¿Una vez más se está utilizando un símbolo inofensivo para hacer política, o soy una malpensada? habrá que reflexionar