viernes, 26 de marzo de 2010

Justicia ciega... o un título de película de las 15:30h

Según Platón, la justicia, sinónimo de Armonía Social, sería administrar o dar a cada uno lo que se merece. El problema radicaría en: ¿quién está cualificado para decidirlo? En tiempos del filósofo esta difícil tarea se les reservaba a los más sabios, en los nuestros, y sobre todo a raíz de los acontecimientos que estamos viviendo, tengo mis serias dudas de que se siga ese modelo. 
En España estos hombres y mujeres ilustrados se denominan jueces, y sus características principales, dadas por su experiencia, conocimientos, destreza, sensibilidad e identidad adquiridas en el desempeño de la labor, así como una virtud innata para su objetivo -según Wikipedia- sería la de impartir justicia, la de ser justo.

Desde mi punto de vista, este adjetivo no atiende entonces de ideologías ni subjetividades. 

¿Ocurre de este modo en nuestro país donde la justicia está por lo general en manos de hombres y mujeres conservadores? ¿qué clase de justicia imparten? ¿a quiénes van a beneficiar? 

Está claro que al Juez Garzón no. Dejando a parte el caso Gürtel y las invalidaciones de las escuchas en la cárcel, cuya trama da para una temporada entera de TheWire, es vergonzoso que se haga sentar al banquillo a un juez por investigar los crímenes franquistas, y que además se haga por una querella del sindicato ultraderechista Manos Limpias, a la que más tarde se sumó Libertad e Identidad y Falange Española de las JONS.

¿Qué miedo hay a que las familias de muertos republicanos puedan por fin acabar con una búsqueda de decenas de años y descansen? ¿Por qué no puede ser juzgado Franco pero Pinochet sí? ¿qué ocurre cuando la mayor parte de los dirigentes del Partido Popular son hijos o nietos de integrantes del gobierno franquista?

No hay democracia si no hay justicia, no hay justicia si en ésta no hay imparcialidad. Y está claro que no hay imparcialidad si sigue en manos de los dirigentes actuales. 

La derecha está contenta... y Franco desde su Valle de los Caídos se ríe socarronamente, pensando que la izquierda sigue sin poder con él; mientras, millones de españoles nos avergonzaremos de nuestro propio país... sin olvidar que los muertos republicanos se retorcerán en una tumba anónima pensando que tristemente, la guerra aún no ha terminado.