viernes, 9 de octubre de 2009

Bigote, ¿me afeito o no?

No me gusta esta nueva moda de los bigotes. Pero ahí está: Poperos muy reconocidos como el cantante de los Vetusta Morla se ha dejado pelillo encima del labio… y desde hace algún tiempo, parece que esta práctica cada vez es más popular.

También se han comenzado a ver muchas barbas pobladas, pero en España… parece que nos hemos deleitado por el bigote. Sobre todo desde que nuestro personal caso Gürtel nos habla todo el tiempo de él.

No sólo nos hemos enterado de dónde viene la palabra estraperlo, sino que nos han permitido ir a la moda: llevar bigote (las mujeres ya no tendrán que depilarse), usar correas caras de reloj… y sobre todo engañar, hacerse la víctima, robar y enriquecerse.

En un país en el que el principal partido de la oposición es corrupto, y YA se ha demostrado que es así, y no lo contrario; y donde el gobierno no sabe muy bien por dónde tirar, no nos queda una alternativa demasiado seductora.

Pero las clases medias vamos a seguir inmóviles, porque nos da realmente igual. Criticamos un incremento de impuestos que primeramente iban a asumir las rentas altas (subir los impuestos a los ricos parece que da más miedo que las pelis japonesas) pero no somos capaces de ir más allá. Bla,bla,bla,bla,bla,blá… desde el salón de casa o mientras nos tomamos una caña con los amigos.

Y mientras la luz sube, los alimentos tampoco han bajado demasiado, al contrario que los sueldos.

Estamos muertos… el Fuenteovejuna todos a una se quedó en el fútbol o el baloncesto, porque el activismo político y la lucha social se acallaron por un sofá, una cerveza y un televisor. Y mientras sigamos así el resto: TODO el resto, se mantendrá tan inmóvil como nosotros. Porque o eres rico y sabes robar o no tienes nada que hacer, porque de hecho, simplemente, no harás nada. 


Seguiremos observando atentamente desde ese sillón la moda para ver si los bigotes siguen siendo tan... populares.