Las setas del Súper Mario Bross

Siempre he sido una viciada de los videojuegos, tengo que reconocerlo.Me habría pasado horas y horas frente a la consola de casa, y... qué narices lo he hecho. Recuerdo que en la universidad me enganché a un juego del antiguo egipto, y en cuanto se piraba mi madre para currar me ponía en el ordenador a seguir pasándome pantallas: que si ahora ya sé hacer cerveza, que si ahora hago escuelas de papiro... Todo por llegar a ser Faraona, y la Lola Flores que lo fue casi toda su vida... qué mal repartido está el mundo.

Total, que me molan los videojuegos, y aunque en casa siempre hemos sido de Sega (master system II por supuesto, que la megadrive era muy cara), también he jugado en casa de amigos al SúperMario Bross. Casi siempre sin Luigi, eso sí; pero continuamente buscando setas para tener un 1up de esos, que siempre me recordaban a los dan'up, pero sin beber el yogur. Yo es que siempre fui de cuchara.

Y cual Mario en la primera pantalla, el domingo pasado me fui yo también a buscar setas, no sé si para conseguir más vidas, o con el miedo de quitarme la mía por coger una mala (GAME OVER que se suele decir).

9.30 de la mañana, Elisa sale de casa cagándose en la idea de ir un domingo por la mañana de setas: un frío que pela, el moquillo casi colgando de la nariz, y el arrepentimiento de haber salido más de la cuenta el día anterior.

Con esta historia o background que se dice ahora (que nos ha estado contando la videoconsola para ponerte en situación antes de empezar a jugar), ya sabes que tu personaje es un poco borracho y fiestero, un inexperto a la hora de ir al monte (porque no va suficientemente abrigado, y porque de almuerzo sólo ha cogido una triste barrita de cereales y no ha sido capaz de desayunar más de un té), y además de fácil de convencer, un idealista: "ohhh qué bonito, ir a recoger setas un domingo por la mañana... respirar aire puro, hacer algo de ejercicio...".

Y llega la primera pantalla, te bajas del coche, y te explican el tipo de setas que tienes que coger. Los movimientos son: "alt+flecha abajo" te agachas; "alt+intro" cortas; "alt+insert" lo echas en la cesta. Pero por el momento lo único que haces es mirar hacia abajo y frotarte los ojos para quitar las legañas.

Sigues andando mirando al suelo y te das cuenta de que te vas debilitando: falta de energía, falta de energía... y de repente... ves algo. ¡Mierda no es una seta! ¡es un condón! (un punto de energía por cada preservativo que ves) y la energía se te pone otra vez a tope. Conclusión: la gente folla... y ¡bien! usa preservativo, tus charlas de sexualidad han servido de algo; pero sigue sin tener casa ¡mierda de crisis!, y el campo entonces se convierte en el mejor sitio: porque, repito, se respira aire fresco, es bucólico, romántico... y nos encantan las pelis de miedo donde acaban dando golpes en el coche con la cabeza del tío decapitado).

Y ahora que tienes de nuevo toda tu energía sigues buscando... y piensas que ojalá tu personaje tuviera unas gafas de visión rayos-x para ver mejor... ¡alto! descubres algo. No, no es un condón, sacas tu cuchillo (Alt... mierda, tienes las manos agarrotadas de frío), te agachas y... una piedra. Error, error... por cada piedra que vayas a cortar una rayita menos de vida.

Bueno, ha sido un fallo de visión, al fin y al cabo no eres Robocop, qué le vamos a hacer, pero ya que has sacado la navaja del bolsillo, sigues con ella, y empiezas a sentirte como una verdadera quinqui: dame las setas o te rajo... pero vosotros debéis de ser los únicos idiotas que habéis salido tan pronto así que no puedes usar la frase, con lo bien que quedaría con toda la resaca, seguro que te darían un goya por lo menos.

Como todo siga así lo que desde luego tenías que haber hecho era traer la cesta llena, pero de comida para almorzar como hacía Caperucita, que al fin y al cabo por ahí parece que lobos no hay.

Sigues andando, y... por fin, esta vez la seta no es mala (que casi te quitan otra rayita de vida por ir a coges una venenosa), sacas el cuchillo y cortas (alt+intro) y a la cesta (alt+insert). Y empiezas a adquirir más soltura y... al cabo de un tiempo (porque para mejorar todo es cuestión de tiempo) la cesta va llenándose.

Cada vez estás más cerca de tu objetivo, no, no hay que izar una bandera ni llegar a un castillo a rescatar una princesa; sino dárselas a tu abuela para que las cocine en la comida familiar de ese día... pero al fin y al cabo es que siempre has sido republicana...