Lograr la Diferencia

Hace unos días recibí en el correo un vídeo de Amnistía Internacional que me hizo recordar un cuento que solía relatar a mis adolescentes.

Cuentan que una vez un hombre iba paseando temprano por la playa y a lo lejos divisó una extraña figura en continuo movimiento. “¡qué extraño” se dijo, “¿qué hará alguien a estas horas de la mañana? Seguro que está loco”. Según se acercaba, pues sus pies curiosos le dirigían hacia allí, se dio cuenta de que era un joven que parecía que bailaba. “Puff, estará borracho y habrá acabado, o loco, lo que yo decía..” y siguió acercándose. A pocos metros del chico logró distinguir que lo que realmente hacía era agacharse, recoger algo del suelo, y tirarlo al mar. El hombre rabiaba de curiosidad, y preguntó: “joven, ¿qué estás haciendo a estas horas aquí?”

El chico paró un momento y respondió: “la marea se ha retirado ya y estas estrellas no han podido regresar al mar, si no las recojo y las tiro al mar morirán”.

El hombre rió y dijo: “Pero hay muchas estrellas a lo largo de esta playa, y miles en el mundo, ¿crees que con esto conseguirás algo?

Entonces el joven se agachó, cogió otra estrella y con toda su fuerza la arrojó al mar, cuando se perdió entre el agua miró al hombre y le dijo: “bueno, acabo de conseguir algo diferente para esta ¿no?

Muchas veces dejamos de luchar porque pensamos: ¿para qué? ¿Qué consigo yo sólo? Y acabamos dándonos por vencido. A veces necesitamos que nos recuerden que una simple acción también es importante… Para todas las personas que logran cambiar el mundo con sus pequeñas acciones anónimas y diarias… para que no desfallezcan y sepan que sí sirve de algo.