- Urdangarín y el caso Nóos. El yernísimo ha resultado ser un ladrón de guante blanco en una fundación cuyas acciones más oscuras también podrían haber sido conocidas por el monarca, participando incluso de ellas, como parece que unos emails han descubierto.
- A Froilán le gusta jugar con escopetas a pesar de tener 14 años. En una familia en la que un miembro mató a su hermano de un disparo cuando eran adolescentes, choca que haya ocurrido un episodio así.
- El rey se marcha a Botswana a cazar elefantes y se rompe la cadera, lo que supone su pronto traslado a una clínica de Madrid para ser intervenido quirúrgicamente. (Matar a elefantes tiene un coste de hasta 20.000€, sin contar estancia, desplazamiento, etc.). Por supuesto, se trataría de un precio nimio si esta actividad logra animar al monarca a superar una depresión producida por su profunda preocupación, desesperación e insomnio ante el paro juvenil y la situación general a las que se enfrenta España.
El debate sobre el establecimiento de una república en este país, es decir, sobre el regreso a un sistema realmente democrático, parece que por fin ha subido a la mesa para quedarse, algo impensable hace un año. Porque si bien hasta hace unos meses los borbones eran burrito blanco y nadiea ni nada podía pillárseles, (recordemos el incidente con la portada de El jueves); las burlas y críticas hacia ellos se han multiplicado y parecen ser imparables.
Cinco días después de que se celebrara el 81 aniversario de la República, quizá con alegría podamos decir que la tercera está cada vez más cerca.