martes, 17 de enero de 2012

El Secreto del Bosque Viejo

Hay libros que relegamos a los niños o adolescentes devaluándonos sin querer, al tratarlos de literatura infantil y juvenil, sin darnos a veces cuenta de su calidad. El pensamiento de que "son para niños" nos asalta y nuestro interés por ellos desaparece. 

Es cierto que los más jóvenes tienen que leer libros asequibles a sus conocimientos y gustos. Atrás debería haber quedado ya esa manía escolar de imponer lecturas antiguas que, si bien son importantes en la literatura española y universal, logran en la mayor parte de los casos plantar una semilla de odio a la lectura. 
¿Quién va a querer leer teniendo en su memoria de 14 años a Rinconete y Cortadillo o el Cantar de Mío Cid?

Sin embargo, si bien con menos edad no es recomendable leer cualquier cosa por cuestión de capacidades intelectuales, de adulto ¿qué tiene de malo acercarse a ese libro que está leyendo nuestro hijo/a, nieto/a, etc? 

Una vez que derribamos esa barrera de: "es un libro para niños" descubriremos un mundo maravilloso lleno de fantasía, esperanza, crueldad (también) y conocimiento de qué les pasa por la cabeza y qué les gusta a ésos que, muchas veces, decimos que no logramos entender. 

Un gran libro para pequeños y adultos es sin duda El Secreto del Bosque Viejo, de Dino Buzzati. Entroncado con el Principito, nos lleva a los misterios de los bosques, a la magia que existe en ellos, a animales parlantes y árboles sagrados. Fábula sobre cómo los niños tienen una inocencia especial que hace que vean el mundo de otra manera, que lo entiendan mejor, y cómo de adultos cambiamos y nos volvemos... quizá grises como los de ese otro cuento: Momo.