Todos los años voy a la feria, me encanta esa mezcla de luces, olores, ruidos… ese ambiente tan distinto que se respira, y que tan poco tiene que ver con el que puedes encontrar en un parque de
atracciones. Hace unas semanas, en San Antolines, como siempre, los ojos se me salían de las órbitas nada más entrar en el recinto ferial, ¡parecía un looney toon!, pero es que es penetrar en ese mundo y no saber dónde mirar: Tantos colores chillones y luces que no paran de moverse… y cual niño pequeño ahí me tenéis a mí sin parar de señalar con el dedo y exclamar: “¡hala! Mira eso… vamos ahí… hala….“.
(Sé que el amigo con el que iba me miraba entre avergonzado y divertido, pensando que hay personas que para algunas cosas no acaban de crecer; pero no lo puedo evitar, me habría montado en todas las atracciones).
Así que reconozco que me gusta ese ambiente casposo a ritmo de Camela que se mezcla con los extraños y supuestamente graciosos comentarios de los feriantes mientras los osados que se atrevieron a montar en la atracción no hacen más que botar y chillar: “y otro bote, cuidado la de la falda blanca” “y bote, bote, y seguimos arriba, más arriba”; y como decía, el tema del grupo catalán de fondo, que para ti siempre es el mismo, en todos los puestos, así que acabas teniendo la sensación de que deben de componer temas de más de media hora.
Esta vez sin embargo me he sentido defraudada ¡no he escuchado a la banda de música que más discos vende en este país en toda mi tarde en la feria! Pero amigos feriantes, ¿por qué habéis dejado de lado a Camela con la de cosas que os ha dado a lo largo de estos años? ¿Con la de recuerdos en los coches de choque mientras un bestia te daba un golpe que casi te llevaba hasta el medio de la pista…? Así se lo han agradecído, cambiando sus melodías más famosas por el repetitivo ritmo del reggaeton, o incluso, como me encontré en una atracción, ¡con música de Keane! ¿Pero qué clase de feriante puede ser ese? ¿Dónde ha quedado el modelo que aparecía en un capítulo de los Simpsons y que tenía hasta su propia ley? Será que las cosas cambian… porque el tren de la bruja tampoco es como lo recordaba, no hay bruja ni en el nombre –ahora es tren de la alegría-, y a la vieja de negro con nariz aguileña llena de verrugas y escoba, le han sustituido Luchos gigantes –que en realidad casi dan más miedo- dando suavecito en la cabeza con un globo-
atracciones. Hace unas semanas, en San Antolines, como siempre, los ojos se me salían de las órbitas nada más entrar en el recinto ferial, ¡parecía un looney toon!, pero es que es penetrar en ese mundo y no saber dónde mirar: Tantos colores chillones y luces que no paran de moverse… y cual niño pequeño ahí me tenéis a mí sin parar de señalar con el dedo y exclamar: “¡hala! Mira eso… vamos ahí… hala….“.(Sé que el amigo con el que iba me miraba entre avergonzado y divertido, pensando que hay personas que para algunas cosas no acaban de crecer; pero no lo puedo evitar, me habría montado en todas las atracciones).
Así que reconozco que me gusta ese ambiente casposo a ritmo de Camela que se mezcla con los extraños y supuestamente graciosos comentarios de los feriantes mientras los osados que se atrevieron a montar en la atracción no hacen más que botar y chillar: “y otro bote, cuidado la de la falda blanca” “y bote, bote, y seguimos arriba, más arriba”; y como decía, el tema del grupo catalán de fondo, que para ti siempre es el mismo, en todos los puestos, así que acabas teniendo la sensación de que deben de componer temas de más de media hora.
Esta vez sin embargo me he sentido defraudada ¡no he escuchado a la banda de música que más discos vende en este país en toda mi tarde en la feria! Pero amigos feriantes, ¿por qué habéis dejado de lado a Camela con la de cosas que os ha dado a lo largo de estos años? ¿Con la de recuerdos en los coches de choque mientras un bestia te daba un golpe que casi te llevaba hasta el medio de la pista…? Así se lo han agradecído, cambiando sus melodías más famosas por el repetitivo ritmo del reggaeton, o incluso, como me encontré en una atracción, ¡con música de Keane! ¿Pero qué clase de feriante puede ser ese? ¿Dónde ha quedado el modelo que aparecía en un capítulo de los Simpsons y que tenía hasta su propia ley? Será que las cosas cambian… porque el tren de la bruja tampoco es como lo recordaba, no hay bruja ni en el nombre –ahora es tren de la alegría-, y a la vieja de negro con nariz aguileña llena de verrugas y escoba, le han sustituido Luchos gigantes –que en realidad casi dan más miedo- dando suavecito en la cabeza con un globo-
jjejej, a mi mi vecina del primero me pone a Camela a todo trapo... uf, y tengo suficiente, ya... jejeje
ResponderEliminarTía yo el año pasado fui con mi madre y me monté en la cosa esa virtual que te subia arriba y te delaba caer en picado, qué miedo, eso sí, me quedé con ganas de subirme en el castillo de harry Potter, ese en el que había un cartel que decía "No da miedo"
ResponderEliminarYo siempre he sido de taxistas como grupo social mas apasionante, pero ultimamente reflexiono sobre las condiciones de vida de los feriantes y me llenan de amor.
ResponderEliminarPues yo ya hace algún año que no subo a las ferias. Y sí que las recuerdo con cariño. Aunque debo de reconocer que mi lo que me gustan son los coches de choque, jeje, y laz montañas rusas.
ResponderEliminarY Camela... uff, creo que me voy a hartar de oirlos este año, que vivo en un primero y justo debajo de mi habitación hay un bar de technocharros traficantes y la muchachada del barrio y alrededores se acerca ahí a pillar en sus vehículos tuneados... Espero no tenerlos que matar a todos...
Saludos!
Gavi
Suerte gavilán... jeje, aunque creo que Pili te puede dar unos consejos.
ResponderEliminar¿taxistas como grupo social apasionante? hummm puede ser... pero me acabo quedando con los feriantes, por cierto, ¿no os parece grandioso en serio, ese capítulo de los Simpsons?
jejeje, yo cuando me intenta torturar la pongo a marilyn manson a tope.. y la cosa se calma... hasta el día siguiente, jajaja, a ver quién puede mas.... aunque claro, es sólo una, pero es como Paquirrín pero en "chica"...
ResponderEliminarJesusssss! Pero como andan las cosas por alli... Eli reivindicando a Camela!!! Veniros para aca pq necesitais un poquito de aire... bochornoso.
ResponderEliminarUn beso
Peter Punk
ufff!! yo creo que la gente que se marea en la feria no lo hace por las atracciones sino por la música de camela y ahora el reggaton que es como el apocalipsis pero musicalmente hablando, ¿y el perrito piloto?¿y la chochona?
ResponderEliminarTodo se pierde...
Jeje, cierto, cierto, ¿dónde quedó ese mítico "y otro perrito piloto"... hay cosas que no deberían caer en el olvido, jeje. ¡Y las carreras de camellos!
ResponderEliminarEn el fondo nunca dejamos de ser niños. Yo hace tiempo que no monto en nada.. cuestion de pasta. En mi tierra la ferias son caras de cojones.. suben mas que el IPC.
ResponderEliminarUn beso, fue un placer conoceros.
PD: tengo un colega que se sabe todas las letras de Camela.. ja-ja menudo freak!
Vaya Carlos, ¡qué sorpresa!
ResponderEliminar¡también fue un placer conoceros!
por cierto, hummm qué amigos más raros tienes jeje
me he intentado meter en tu página de myspace pero no me deja contactar contigo. Tenemos dos fotillos en las que salís. Dame tu email y te las paso ¿vale?
Uhy.. lo de myspace, sera el filtro que tengo antichusma. Je-je, no mujer, ez que solo deja mandar mensajes si tienes perfil en el space; eso es un poco caca..
ResponderEliminarHoy ya puedo hablar... mi garganta ha salido de sock post Atom Rumba.
Me puedes mandar lo que quieras a barrikata33@yahoo.es
Un beso