Hace unos días mi madre me contó una anécdota curiosa. Había ido con mis abuelos al tanatorio. Y de repente una señora, se les acercó nerviosa:
-tú eres Lorenzo Rebolledo ¿verdad?
A lo que mi abuelo respondió que sí.
- Yo soy Menganita (mi madre no recuerda el nombre), del pueblo. Me gustabas de joven, eras el más guapo del pueblo, siempre tan elegante (hay cosas que no se heredan está claro), tan cuidado…
Según mi madre la señora estaba emocionaba, e incluso se le saltaron las lágrimas, mientras no paraba de repetir lo mucho que le gustaba mi abuelo y lo guapo que era de joven.
Es curioso pensar que después de… quizá 60 años, como ha ocurrido en el caso que os contaba, te puedas encontrar con alguien que te gustó, con un antiguo amor, o simplemente con alguien que conociste de niño. Yo también habría llorado, porque ante mí pasarían cientos de recuerdos y sensaciones que probablemente no habría revisado desde hacía mucho tiempo.
-tú eres Lorenzo Rebolledo ¿verdad?
A lo que mi abuelo respondió que sí.
- Yo soy Menganita (mi madre no recuerda el nombre), del pueblo. Me gustabas de joven, eras el más guapo del pueblo, siempre tan elegante (hay cosas que no se heredan está claro), tan cuidado…
Según mi madre la señora estaba emocionaba, e incluso se le saltaron las lágrimas, mientras no paraba de repetir lo mucho que le gustaba mi abuelo y lo guapo que era de joven.
Es curioso pensar que después de… quizá 60 años, como ha ocurrido en el caso que os contaba, te puedas encontrar con alguien que te gustó, con un antiguo amor, o simplemente con alguien que conociste de niño. Yo también habría llorado, porque ante mí pasarían cientos de recuerdos y sensaciones que probablemente no habría revisado desde hacía mucho tiempo.
Los abuelos suelen contar historias curiosas.
ResponderEliminarCuando le pregunté a mi abuela por su juventud, me habló de una vez que estuvo enferma. Un chico del pueblo le fue a ver y le llevó una bolsa con un puñado de caramelos. Recuerda algo tan pequeño como eso.
Y me habló también de un hombre q tenía muchas tierras y q la rondaba, pero ella siempre pensaba q no se la podía comprar con dinero.
Y de los bailes en los q mi abuelo le sacaba a bailar y le ponía nerviosa, pq tenía buen porte.
¿Qué le contaremos nosotras a nuestros nietos? ¿No lo habéis pensado nunca?
La verdad, me ha encantado esta entrada.
ResponderEliminarEmpieza siendo algo triste, por el hecho del tanatorio. Y al final acaba siendo de una sinceridad y una emotividad brutal.
Siempre creí que ser abuelo/a debe de ser maravilloso porque, recuerdos aparte, dicen aquello que les viene a la cabeza sin miedo alguno.
Y pensadlo, esto solo lo hacen los niños y los abuelos ¿Porqué?
Y Gema, a nuestros nietos tendremos un millón de cosas que contarles. La vida va marcando anecdotas unas detras de otras. Yo seguro que algún día les cuento la historia de como su abuelo se fue a trabajar a un pueblo del norte de Huesca y dejo en su tierra (esperemos que por poco tiempo) a toda esa gente a la que tanto quiere.
Muchos besos para todos/as aquellas que se den por aludidas.
Yo me doy por aludida Diego. ¡Besos virtuales también para ti!!!!
ResponderEliminarLa verdad es que siempre he disfrutado mucho cuando mis abuelos me han contado historias de la guerra, o de la dictadura.
Si tuviera nietos me gustaría que, al contarles que estuve en Finlandia, o que me fue quince días de interraíl con unas amigas, pensaran: jobar, mi abuela molaba...
Tiene que ser bonito
Sí, pero evitaré contarles q su abuela se tomaba tres gracias y decia frases de pelicula!
ResponderEliminarEs que tiene que ser tremendo rememorar sensaciones perdidas hace 60 años !!
ResponderEliminarMi abuela siempre me contaba que hacía sonar las campanas de la iglesia tirando piedras... y mi madre de cuando estaba ingresada y le iba a ver la tuna de medicina en Madrid... yo (si les tengo), les contaré todos los viajes que hice, y les diré que aprovechen cada día como si fuera el último...
ResponderEliminarUn beso enorme para ti, Diego, yo también me doy por aludida...
Desgraciadamente el capitalismo -despreciando todo lo que no sea productivo- y el culto por la eterna juventud en esta sociedad están haciendo que dejemos de lado a nuestos mayores.
ResponderEliminarNuestros mayores son historia viva, sabiduria popular y un claro ejemplo de lucha y esfuerzo
Moi moi
Fa