martes, 24 de marzo de 2009

Los viejos vaqueros nunca mueren

Al igual que esa prenda de vestir, que por muy vieja que esté aguanta a pesar de sus muchas rozaduras y de los intentos de tu madre por tirarlos a la basura, los cowboys resisten el ataque de los nuevos tiempos.

Los hombres recios, duros, que llevan a cabo su propia ley siguen existiendo, y el último de ellos en forma de "Gran Torino".

La nueva película de Clint Eastwood, según él la última en la que actuará, aunque no me lo creo, es como todas las que dirige, increíble, de esas que cuentan una historia pequeña y que acaban llegando a tocar esa fibra que hace que si no las lágrimas, los sentimientos afloren.

Quizá el personaje protagonista no sea más que una continuación de Harry el sucio, o de cualquier otro personaje de Eastwood: una persona con un pasado oscuro incapaz en un principio de mostrar sus sentimientos; pero lo cierto es que ya desde los primeros minutos comienzas a coger cariño a ese viejo polaco que mira y contesta mal a unos hijos incapaces de entender a su padre.

Grandes escenas, una interpretación soberbia, pero sobre todo esa pequeña historia de un choque de culturas que se va mitigando a fuerza de conocerse, y esa demostración de que a veces con quien menos lo pensamos vamos a encajar y poder demostrar quiénes verdaderamente somos.

Ese Walt, ese hombre viejo, duro, que sabe más de la muerte que de la vida, que "tiene para todos", como podemos decir vulgarmente, me ha recordado a mi abuelo. Un hombre del Cerrato recio, de muy mal carácter -no sé la de veces que habré discutido con él porque ni él ni yo nos callábamos-, cuya opinión iba a misa y no se hable más; pero que siempre estaba ahí para cuando lo necesitaras.

Está claro que los viejos vaqueros nunca mueren, no. Aunque se los lleven las balas o un cáncer, seguirán al menos en el recuerdo, en forma de un coche vintage, o de bicicleta. Simplemente en forma de enseñanza.

9 comentarios:

  1. Joe Eli, impresionante, es una crítica de cine y de vida genial, la verdad es que a mí siempre me han gustado mucho esos tipos que parecen duros a priori pero esconden un fondo precioso, me encanta intentar provocarles una sonrisa o puede que ruborizarles... quizás por eso adoro a Snape? o al abuelo de Heidi? o a León el Profesional? o a tantos otros... me encantó el post, también encierra más de lo que dice...

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  2. me gusta clint, como actúa y como dirige… en muchas películas puede parecer que hace el mismo papel, que esta encasillado… pero lo hace tan bien que podría repetir un papel cientos de veces…

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  3. Todavía me golpea en el estómago ese final. Uff! Qué bueno!!

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  4. ¿Snape? jaja, tienes razón, aunque es un personaje echado a perder en la peli en comparación con los libros... Y León el Profesional... sin comentarios, genial.

    Saúl, tienes razón, da igual si es o no el mismo papel, lo podría seguir haciendo mil veces más y no me cansaría de verlo.

    Escuuuuuuuuuu, la siguiente ¿los abrazos rotos? ¿o the reader?

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  5. Me gustó, como siempre, claro. ¿Qué haría en la guerra? ¿Qué le atormentaría?

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  6. lo dice al final ¿no? hablando con Thao...

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  7. O sea que lo que te pone de Clint es que sea un tio duro, que hace lo que tiene que hacer en el momento adecuado, y que además saber ser sensible cuando hace falta.

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  8. hummm Al Gore... nunca me lo había planteado así la verdad. Me has dado qué pensar

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  9. Muy emotiva la parte final!

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