domingo, 25 de enero de 2009

Los niños de hoy, la esperanza del mañana ¿?

Hace unos días volvía a casa de hacer la compra a la misma hora en la que termina el instituto y todos los adolescentes, acompañados eternamente por sus hormonas, remoloneaban antes de ir a casa. Mochila a un sólo hombro, y el consiguiente comentario de sus madres y abuelas pegado a la oreja día tras día: "te vas a hacer daño en la espalda".

Sin poder remediarlo, o... por simple curiosidad, con mi paso ralentizado por el peso de las bolsas (por supuesto llenas de verduras y dulces) escuché parte de sus conversaciones llenas de gritos, improperios y juramentos que harían escandalizar a más de una madre que sigue creyendo que su hijo ni fuma, ni bebe ni toma otras drogas.

Y me topé con un grupo bastante numeroso de unos 7 chicos y dos chicas, considerados por su forma de vestir como de los guais del instituto. Iban riéndose a carcajada limpia de uno de los chicos, pavoneándose así delante de ellas, llamémoslas Jessy y Sheyla, o Jenny y Tamara, o alguno de estos nombres que tanto se llevan últimamente; que seguían el juego, conscientes de su poder de seducción, y del ritual de apareamiento y demostración de fuerza de los proyectos de machos.

Y ahí estaba él, el pardillo, el tonto que a pesar de las mofas se reía con una mueca jodido, pero algo contento de pensar que al menos iba en el mismo grupo, y engañado al creer que no eran más que bromas que se hacían a todos los miembros de la pandilla.



Fue entonces cuando por un momento me repugnó la situación y pensé en lo hijos de puta que desde luego se puede llegar a ser también a esa edad. Siempre ha habido acoso escolar, o mejor dicho, bulling (que en inglés todo parece que queda mejor), y siempre han sido objeto de burlas los niños más gordos, los que llevaban gafas, los raros, los empollones o... a los que simplemente les tocaba. Y ahora es lo mismo, pero con otros medios, porque los tiempos han cambiado y puedes grabar un acto de humillación con el móvil; pero el sufrimiento para la víctima no varía. ¿Sabrán sus padres la clase de niño que tienen en casa? ¿si lo está pasando mal? y si tenía algún instinto maternal, se me quitó un poquito más...

Mientras reflexionaba sobre todo esto camino a casa, recordé los tiempos del cole y del instituto, y a algunos de mis compañeros. Hace ya muchos años que acabamos y siendo Palencia una ciudad tan pequeña, de varios sigues teniendo noticias y conoces más o menos su trayectoria.

Pero de repente, un día te topas con alguien al que no veías desde que comenzaste la universidad y te dice que está ya casado, que tiene un trabajo en Sevilla, que se fue a trabajar a Berlín tres años...

¿qué habrá sido de todos ellos? ¿en qué se habrán convertido? ¿no tenéis curiosidad? ¿será verdad lo que dicen, que al final triunga el más empollón y los guais acaban bastante perdidos?
Sea como sea, es divertido darte cuenta de lo que has cambiado desde esos tiempos, lo que has avanzado, y cómo poco a poco has ido formando tu personalidad hasta ser, lo que eres. Quizá una sorpresa si te encuentras con algún antiguo compañero.

13 comentarios:

  1. y cuando nuestros hijos vayan llegando a esa edad...
    y nosotras sabiendo todo esto... pobres !

    (al menos nuestros padres vivian en la feliz ignorancia...)

    ResponderEliminar
  2. sin duda creo que la crueldad ha aumentado bastante, me da la sensacion de que hay mas cabroncetes en las aulas ahora que antes. A mi tb me torturaban bastante pero aun recuerdo esa vez que no aguantando mas me puse a llorar frente a uno de los bulliers y la cara que se le quedo fue de foto, me pidio perdon y desde esos doce anitos tan colegas!!! creo que la cosa esta muy chunga, pero cuando te encuentras a esos chavalillos tan majos en las clases frente a los cabroncetes, no puedo dejar de pensar que algo falla...

    ResponderEliminar
  3. A mi me parece complicado saber si está la cosa peor que antes, pues entra mucho lo subjetivo. Miras ahora y te parece horrible, pero si abordas friamente lo que pasaba en tu epoca buff...

    Yo era del lado de los popus, aunque cuando recibi bullying recuerdo la sensación como algo desagrabilisimo.

    No se si serviria de mucho pero me gustaría encontrarme con alguno de los que mas recibian en clase y pedirle perdon.

    ResponderEliminar
  4. Pues sí, igual se piensan que después de todo lo que han hecho sus padres por la noche nos van a engañar...
    Vagabunda, a mí me parece que la crueldad es la misma, pero que ahora se puede grabar, y por tanto comprobar. Que a ver antes cómo demostrabas si te habían insultado... pero no sé, como dice Portrait es difícil de saber...

    ResponderEliminar
  5. Primero, las situaciones como estas q nosotros vivimos nos hicieron más fuertes, al menos a mí.
    Segundo, como dice una compañera mía de trabajo, ¿por qué tener niños si cuando cumplan los quince van a pegarte y a perderte el respeto?
    Tercero, las cosas cambian mucho y no quiere decir que los empollones sean los que tirunfan, triunfan los que de verdad tenían dos dedos de frente y no eran corderos siguiendo al rebaño.

    ResponderEliminar
  6. Qbueno es Woody Allen!! Es de Annie Hall?

    ResponderEliminar
  7. Yo creo los abusunes siempre van a por el menos fuerte por eso siempre hay que enfrentarse al abuson aunque te parta la cara porque te la parte un día pero al día siguiente prefiere meterse con otro que le cree menos problemas.
    Mas vale un dia apalea que 1000agachando las orejas.

    ResponderEliminar
  8. sí Peter PUnk, de Annie Hall.
    Centoloman, tu última frase parece la de más vale morir de pie que vivir de rodillas...

    ResponderEliminar
  9. Pues si, los niños de hoy en día son igual de cabrones que los de antes, pero hoy tienen más medios para ser más dañinos. Lo malo es que las medidas para defender a los que sufren a los cabrones siguen siendo las mismas que antes, muy pocas, así que el débil lo tiene algo jodido.

    Y estoy de acuerdo con Peter Punk, que triunfan los que tienen dos dedos de frente, sentido común, saben sacrificarse y currar y sobre todo ganas de triunfar.

    un abrazo Teloko

    ResponderEliminar
  10. POr cierto, ¿habéis leído que ya ha salido "condena" a varios chicos del Victorio MAcho por poner fotos de profesores de los que se estaban riendo en el tuenti?
    Realmente ahora se puede hacer público un montón de cosas, incluso pudiendo no ser ciertas... ¡vaya miedo que da!

    ResponderEliminar
  11. Que bueno el señor Allen. El grado de hijoputez de los críos crece cada dos años, es un hecho comprobado cuasicientíficamente.

    ResponderEliminar
  12. Saber qie ha sido de los demás es fácil, haz una cena de Quintos (por lo menos así es en los pueblos). Te darás cuenta que más o menos todo
    sigue siendo igual, y los imbéciles lo siguen siendo. Lo que si me he fijado es que los tios hemos olvidado todos nuestros problemillas escolares, pero las tías se odian a muerte!! (no quiero ser misógino, pero esto ocurre de verdad)
    Y el famoso bulling siempre existio, por supuesto. Yo todavía recuerdo alguna vez que no quería que llegara la hora de salir porque dos mierdas querían pegarme. No se como sacándoles dos cabezas me daban miedo! jaja

    ResponderEliminar
  13. Estoy con Dharma, el problema es que ahora son mas psicópatas, no tienen ningún tipo de empatia con las otras personas. Todos hemos sido un poco capullos, pero sabíamos cuando parar.
    Ahora no se conocen limitaciones a si mismos. Y no les toques... ojo... Es muy complicado.

    ResponderEliminar