Y eso, que dicen por ahí que se ha acabado ya la Navidad... y yo he respirado.
Uf, por fin. Adiós a los agobios de gente en las tiendas, en los bares, en la calle, ¡incluso con el frío que hace! Adiós a las comidas copiosas, a las reuniones de familia obligadas, a las cenas: de trabajo, de amigos, de compañeros de clase, de... Y adiós a las luces y a los adornos navideños.
Bueno no, yo reconozco que aún no los he quitado de casa; pero es que recoger la decoración de estas fechas cuesta casi tanto como deshacer una maleta después de volver de viaje. O al menos es lo que me pasa a mí: que si quita bolas, barre el suelo, rompe nosecuántas, que no me caben ahora en la caja y antes sí (¡pero si he jodido un montón!), que si figuritas del belén... Pufff....qué p
ereza; y menos mal que en mi casa no hay árbol gigante con bolas, y me he limitado a poner uno de madera pequeñito y cuatro bolas por ahí... más, eso sí, una bandeja enorme de turrón.
Teniendo en cuenta que vivo sola, comprar cinco tabletas de turrón de distintos sabores, más hojaldres y polvorones... hummmm dice de mí que... que lo hago porque decora ¡por supuesto!. Entrar en una casa en Navidad y ver en la bandeja color chocolate, color blanco, crudo con colorines de las frutas escarchadas... pues queda muy bonito.

En fin, ayer repuse las existencias, para acabar las tabletas más que nada, y como parece que no mola comer turrón fuera de la Navidad, dejaré los adornos hasta que termine el último cacho.
Qué bonito, sigue siendo Navidad en mi casa, en mis kilitos de más, y en mis inexistentes propósitos (lo de hacer deporte teniendo turrón es absurdo). Incluso el tiempo me acompaña y ha comenzado a nevar, mira que si vuelve el espíritu navideño... ¡uy! ¡qué miedo!
Uf, por fin. Adiós a los agobios de gente en las tiendas, en los bares, en la calle, ¡incluso con el frío que hace! Adiós a las comidas copiosas, a las reuniones de familia obligadas, a las cenas: de trabajo, de amigos, de compañeros de clase, de... Y adiós a las luces y a los adornos navideños.
Bueno no, yo reconozco que aún no los he quitado de casa; pero es que recoger la decoración de estas fechas cuesta casi tanto como deshacer una maleta después de volver de viaje. O al menos es lo que me pasa a mí: que si quita bolas, barre el suelo, rompe nosecuántas, que no me caben ahora en la caja y antes sí (¡pero si he jodido un montón!), que si figuritas del belén... Pufff....qué p

Teniendo en cuenta que vivo sola, comprar cinco tabletas de turrón de distintos sabores, más hojaldres y polvorones... hummmm dice de mí que... que lo hago porque decora ¡por supuesto!. Entrar en una casa en Navidad y ver en la bandeja color chocolate, color blanco, crudo con colorines de las frutas escarchadas... pues queda muy bonito.
En fin, ayer repuse las existencias, para acabar las tabletas más que nada, y como parece que no mola comer turrón fuera de la Navidad, dejaré los adornos hasta que termine el último cacho.
Qué bonito, sigue siendo Navidad en mi casa, en mis kilitos de más, y en mis inexistentes propósitos (lo de hacer deporte teniendo turrón es absurdo). Incluso el tiempo me acompaña y ha comenzado a nevar, mira que si vuelve el espíritu navideño... ¡uy! ¡qué miedo!
jejeje! La verdad q me fijé que seguías teniendo en la puerta ese adorno tan chulo de Navidad... en tu casa hay microclima e igual tb se puede parar el tiempo...
ResponderEliminarYa ya, la bandeja para mantener la navidad. Si si, y por eso no quitas los adornos.
ResponderEliminarPues al ritmo que vas con el turrón mañana lunes te veo quitando los adornos, porque carne no comerás, pero lo que es dulce.
Tu no te preocupes por ello que yo tambien tengo una bandeja y media llena de turrón y polvorones.
¿me invitas entonces a tu casa cuando acabe la mía? jeje
ResponderEliminarTurrón, claro. Turrón!!!
ResponderEliminar¿Y qué me dices de los tres euros en gominolas que te has metido entre pecho y espalda?
Tragaldabas...
Claro, que yo vengo de la bodega. Estoy para hablar.jaja
te ha faltado tiempo para cascarlo ¿eh? jobarrrrrrr
ResponderEliminarpues claro que cuando acabes tu bandeja puedes venir a la mia. pero a este ritmo cuando vengas solo van a quedar polvorones.
ResponderEliminarpues tres euros en golosinas no son tanto. yo se de alguien que se ha llegado a comer hasta 5 en un solo dia.
¡Es lo que tienen las tardes de domingo!
ResponderEliminarjo, yo aqui encontre una torta imperial de delaviuda, pero nada mas... por cierto, has puesto mal el enlace del senor de las cuchillas, hay una como en vez de un punto y no se llega bien, y la gente no deberia ser privada del placer de leeros jeje :) besitos
ResponderEliminarhummm torta imperial en Australia ¿? eso es algo...
ResponderEliminarya tienes arreglado el enlace Galadriel! jeje