viernes, 18 de marzo de 2016

La santísima inquisición



 “¡A la hoguera!”,  “¡es una bruja!” “¡quemadla!”
las proclamas susurradas de hálitos rancios impregnaron la sala mientras la jueza hablaba.

Un  inexplicable escalofrío recorrió el cuerpo de varias niñas que jugaban en un colegio cercano. Futuras brujas sin duda.